TRASCENDER, CONTABILIDAD Y GESTIÓN

Heriberto Campa Nicols

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Núm. 8 / mayo agosto del 2018

Manjarrez & Flores (2014:148) comentan que:

En los años recientes, ha habido un cambio de suma importancia en la escuela de la administración pública, se ha pasado del gobierno como operador único del ejercicio de las políticas públicas a la participación ciudadana como garante de la legitimidad, de la eficiencia y de la eficacia del desempeño del gobierno, desde el discurso oficial a la ponderación de los resultados través de las evaluaciones y, de la opacidad en el manejo de la información a la transparencia de los resultados.

El Presupuesto Base Cero (PBC) “es un concepto al que se recurre para determinar un nuevo nivel de asignación de recursos a una organización …sin tomar en cuenta la asignación presupuestaria en curso o la que imperó en el pasado ” (Chávez Presa, 2015:70). Uno de sus Fundamentos señalan Gil Antón & Lelo de Larrea Padilla (2015) “es que proporciona información detallada sobre los recursos económicos que se necesitan para lograr los resultados planteados, evitando así, entre otras cosas, la duplicidad de esfuerzos ” (p.98).

Gutiérrez Lara (2015:13) nos dice que:

Para identificar el destino del gasto y sus objetivos, se cuenta con distintas formas de clasificación del presupuesto. Una de las divisiones del gasto es la de Gasto programable y gasto no programable. La primera se refiere a las erogaciones plenamente identificables con cada uno de los programas del Presupuesto de Egresos de la Federación. Incluye las erogaciones que realiza la administración pública central en la prestación de servicios (educación, salud, seguridad, entre otros) y en inversión pública (carreteras, puertos, aeropuertos, entre

otros), así como las asignaciones que las entidades paraestatales de control presupuestario directo destinan a la producción de bienes y servicios que contribuyen a la oferta global de los mismos (electricidad, petróleo, entre otras) (Secretaría de Hacienda y Crédito Público [ SHCP ], 2014). La segunda contempla las erogaciones que no se identifican con un programa específico; se trata de recursos que se destinan al cumplimiento de obligaciones y apoyos determinados por la ley, como la deuda pública, las participaciones a entidades federativas y municipios, entre otros; es decir, es una erogación que no se vincula de manera directa con la operación del gobierno federal.

Pérez Ramírez (2018: 73) sostiene que:

En México, el Presupuesto de Egresos de la Federación cumple en términos generales con los lineamientos del “Manual para la Clasificación Económica y Funcional de las Transacciones Gubernamentales ” emitido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y las recomendaciones sobre el registro de estadísticas de finanzas públicas del Fondo Monetario Internacional (FMI). Por tanto, el Presupuesto de Egresos de la Federación presenta tres clasificaciones básicas de las denominadas dimensiones del gasto, que son la Funcional (¿para qué se gasta?), la Administrativa (¿quién gasta?) y la Económica (¿en qué se gasta?).

“El análisis de la calidad del gasto público no puede circunscribirse solamente al nivel y composición del mismo. Se necesita una mirada más amplia de las finanzas públicas en la medida en que éstas juegan un rol crucial en los objetivos del desarrollo ” (Armijo & Espada, 2014:21).