Zimbrón Pérez, G., y Ojeda López, R. N.
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Vol. 7, núm. 19 / enero – abril del 2022 DOI: https://doi.org/10.36791/tcg.v7i19.132
Pp. 16-36
lugar número 13 con la tasa de población con discapacidad por entidad federativa superando la media nacional (INEGI, 2016).
Una investigación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE, 2010) demostró que, en 27 países, las PCD en edad de trabajar, en comparación con las Personas sin Discapacidad (PSD), percibían desventajas significativas en el ámbito laboral y tenían peores oportunidades de empleo. En promedio, su tasa de empleo (44%) era ligeramente superior a la mitad del de las PSD (75%). La tasa de inactividad era unas 2,5 veces mayor entre las PSD (49% y 20%, respectivamente).
En lo relacionado al tema de actividad económica en México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI ,2016) reportó que, de cada 10 PCD, solamente 4 participan en actividades económicas, ello contrasta con lo observado entre las PSD las cuales participan en el mercado laboral cerca de 7 de cada 10. Mientras que la tasa de participación económicamente activa de las PCD en el estado del sureste mexicano es de 35.4, y el 68.0 corresponde a las personas que no tienen ningún tipo de discapacidad, siendo la media de la tasa de participación económicamente activa para las PCD de 39.1 y la media para las PSD de 65.7, esto sitúa al estado en la posición número 26 (por debajo de la media) en referencia a las 32 entidades federativas restantes.
Actualmente no se cuenta con datos exactos de la participación económicamente activa de las PCD en la capital del estado del sureste mexicano, siendo necesario mencionar la diferencia entre los registros censales del país de los años 2000 y del 2010 de las PCD, debido a los cambios que se realizaron al conjunto de ítems que constituyen la pregunta sobre discapacidad sugeridos por las Naciones Unidas para la ronda censal del 2010,
haciendo menos viable la comparación de los datos (Reyes, 2014).
En el 2013, el Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREE) retomó el censo de PCD en el estado, en donde se realizó una cobertura de sólo 10 municipios (de los 106 que son) y donde manifestó que el porcentaje de PCD era de 1.93 por ciento, cifra menor comparada con la que ofrecen organismos como el INEGI de 6.4 por ciento (Díaz, 2013).
Los datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica en México (ENADID, 2014), revelan que, en la mayor parte del país, aún es amplia la brecha en la inserción de las PCD en el mundo del trabajo, lo cual se suma a múltiples desigualdades que se refuerzan entre sí.
Una vez presentado el panorama de la PCD en el mundo, el país y el estado, surge la necesidad de analizar por qué la inclusión laboral a PCD ha ido en decremento durante el periodo 2013-2018 en el sureste mexicano, a pesar de que en el país se cuenta con diferentes legislaciones, mecanismos y programas (nacionales y estatales) enfocados a la inclusión laboral a PCD. Ya que una de las grandes dificultades que presentan las PCD es que actualmente en el mundo existe una situación de discriminación, exclusión y estigmatización hacia este grupo. En el sureste mexicano no es la excepción, ya que su participación en el sector laboral es casi nula, como se pude apreciar al contrastar los datos estadísticos presentados anteriormente.
De igual forma es necesario aclarar que esta investigación se centró en la inclusión laboral de PCD que se realiza a través del programa de rehabilitación e inclusión laboral de PCD del CREE en el sureste mexicano, sin embargo, esto no significa que en el estado donde se realizó este estudio no se realice inclusión laboral a PCD a través de otros centros y/o