Rueda Gómez, N., Martínez Lozano, C. P., y del Río Contreras, J. M.

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Vol. 7, núm. 20 / mayo agosto del 2022

desarrollo de habilidades comunicativas que comprendan las variables del contexto cultural: antes, durante y después de la interacción en la negociación, ello les ayudará a sobrevivir en un entorno de competencia salvaje (Palmer-Silveira, 2013).

Para que sea posible esa comunicación eficaz, las personas que interactúan, requieren conocimientos y habilidades, que les otorguen las herramientas necesarias para negociar eficazmente los problemas culturales inherentes a la comunicación, logrando una interacción asertiva independientemente del contexto (Maljichi, 2019). Planteamiento que refuerzan Cano, Ricardo y Del pozo (2016) quienes explican que las dinámicas de internacionalización, requieren de personas con alta competencia intercultural, que genere en ellos la capacidad de: reconocer los diversos referentes culturales, propios y ajenos, respetar tales diferencias y aprender de las mismas, integrando nuevos valores y saberes.

Elementos teóricos

Para comprender parte de este fenómeno, es necesario traer consigo algunas teorías de la mano y como todo proceso comunicativo goza de múltiples elementos o factores estructurantes en su formación teórica, al respecto de la Competencia Comunicativa Intercultural, también denominada CCI, han sido tres los trabajos con mayor respaldo y réplica en la literatura:

La teoría de Gudykunst (1995), quién contempla la gestión de la incertidumbre y la ansiedad como herramientas para obtener una comunicación efectiva con personas de referentes culturales diversos, para el autor es necesario que el sujeto tenga conocimiento de más de una perspectiva cultural, para que así mismo tenga la capacidad de contemplar diversas interpretaciones, requiere de algún tipo de motivación, puesto que esta incentiva en sí misma, la práctica

comunicativa y requiere además de ciertas destrezas, como la construcción de nuevas categorías de información y la empatía, que le faciliten al sujeto la adaptación de su lenguaje y su comportamiento durante la interacción.

Otra teoría a la que se concurre bastante en los estudios de comunicación intercultural, es la de la adaptación transcultural de la maestra Kim (1991), de acuerdo a la autora, en la medida en la que una persona socializa e interactúa con otra cultura, va transformando o madurando su interpretación de la misma, gracias a la asimilación y apropiación de los elementos de este entorno. De acuerdo con la misma autora, la estructura de este proceso implica algunos elementos autóctonos como la competencia cognitiva, dícese de la lengua y los conocimientos de la cultura, la afectiva, que incluye lo emotivo o motivacional y la operacional, que son las conductas verbales y no verbales.

Una perspectiva que dista un poco de las dos anteriores, pero que de igual manera ofrece una mirada alternativa al fenómeno, es la teoría de la construcción de la tercera cultura de Fred Casmir (1997), su planteamiento básicamente propone modelos que resolverían los conflictos interculturales, a partir de un proceso cooperativo en el que las partes construyen una tercera cultura durante la interacción. El autor propone tres modelos comunicativos, todos con el mismo objetivo de evitar la imposición de un poder, la dominación o la confrontación. Su trabajo es comprendido en esta investigación no por sus modelos, pero sí, por el acto reflexivo de lo que sería en un escenario utópico, en la aplicación sinérgica de su idea en un entorno de relación comercial.

Retomando los planteamientos teóricos de Gudykunst y de la doctora Kim, son múltiples los modelos metodológicos que se han propuesto a partir de sus