Aguilar Chaparro, D. A.

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Vol. 7, núm. 20 / mayo agosto del 2022 DOI: https://doi.org/10.36791/tcg.v8i20.161

Pp. 34-70

Tenemos también las respuestas de la inversión privada frente a perturbaciones en sí misma y las perturbaciones de la tasa de interés. Vemos como la inversión privada mantiene un componente inercial positivo muy parecido a la del producto, sin embargo, este impulso se alarga hasta alcanzar los tres trimestres a lo largo del año para luego desaparecer. En torno al efecto de la perturbación positiva de la tasa de interés frente a la inversión privada encontramos lo siguiente: la inversión privada reacciona negativa y profundamente a estos cambios en los primeros dos trimestres para luego retornar a sus niveles de tendencia. La evidencia de esta caída de la inversión por un incremento no anticipado de la tasa de interés se asocia a lo que ofrece el análisis del costo y el beneficio. Una mayor tasa de interés desincentiva los proyectos de inversión con márgenes de rentabilidad esperada cercanos al costo del capital inicial.

A razón de las respuestas de la inversión privada ante perturbaciones de la inversión pública y el tipo de cambio tenemos un resultado que se inclina a favor de la hipótesis de complementariedad entre ambas inversiones ( crowding-in ). Como vemos en el gráfico, una perturbación de la inversión pública genera un incremento positivo de la inversión privada hasta el segundo semestre; para después, al año transcurrido, generar una caída en la inversión. Con la perturbación del tipo de cambio y la respuesta de la inversión privada tenemos un efecto marginalmente positivo que se alarga solo tres trimestres y luego desaparece.

Finalmente, tenemos la respuesta de la inversión frente a las perturbaciones del salario real y la financiarización, medida por los agregados monetarios menos líquidos en la economía (como las acciones de fondos de inversión de deuda, instrumentos monetarios en poder de no- residentes, captación a plazo en bancos y depósitos de exigibilidad en circulación).

Primero, con los efectos de la perturbación salarial hacia la inversión privada, tenemos una respuesta incremental de la misma que se extiende hasta al año de haberse generado. Este resultado probablemente se asocia al efecto que conlleva dicho incremento del salario real en el consumo por parte de los trabajadores y de las familias, generando un mayor consumo y mayor demanda de productos. Segundo, respecto a la financiarización encontramos un efecto con la inversión privada del mismo grado que con el ahorro pero con distinto signo. El efecto de la perturbación es positivo y se presenta marginal en el primer trimestre de haberse presentado, consiguiendo un mayor incremento para el tercer trimestre y luego, en el cuarto, una caída abrupta.

Complementamos la lectura de las FGIR con el análisis de la DV . Hemos incluido este elemento analítico porque permite cuantificar el porcentaje que contribuyen las distintas perturbaciones a las variaciones de la inversión privada en el corto y largo plazo. El plazo adoptado va del primero hasta el décimo trimestre (hasta los dos años y medio). El Cuadro 9 reporta el cálculo de la descomposición de varianza.

Si entendemos el choque del PIB y el IP como un choque de arrastre o inercial, tenemos que este explica principalmente las variaciones de la inversión privada en un 98%; al año o a los dos años el componente inercial lo explica en menor medida, con un 52.5- 48.8%. Esto mismo fue verificado en la lectura de las FGIR de la inversión privada respecto a sí misma y a la perturbación del producto.

Por otro lado, las variables precio como la tasa de interés, el salario real y el tipo de cambio tienen una injerencia nula en el primer trimestre, sin embargo, para al año o los dos años explican las variaciones de la inversión privada en un 35-34%. Claramente, de las variables de mayor a menor peso está la tasa de interés (en un 18-17%), los salarios reales (en un 13-12%) y al