Aguilar Chaparro, D. A.
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Vol. 7, núm. 20 / mayo – agosto del 2022 DOI: https://doi.org/10.36791/tcg.v8i20.161
Pp. 34-70
Conclusiones generales
El objetivo central de este trabajo es analizar los determinantes del estancamiento de la inversión privada en México en el período 2005-2020. De la primera parte del análisis se desprende que el contexto de la economía mexicana en los últimos años está caracterizado por un débil crecimiento económico que se conjuga con un débil dinamismo de los principales componentes como el consumo y la inversión. Identificamos que antes de la crisis sanitaria de 2020, el crecimiento económico era alrededor de un 2% anual, a su vez, la inversión privada seguía una tendencia hacia la baja o al estancamiento desde 2015. Más allá de las tendencias de crecimiento de la inversión privada por sí mismas, su estancamiento fue identificado en el marco de otras variables que, de entrada, se vinculan directamente con ella. La inversión pública alcanzó para este mismo período el crecimiento más débil visto en los últimos 20 años, cuya similar imagen la tenemos en términos de su participación respecto al producto, la cual llegó entre un 4-3%. Las exportaciones, lo que era un insignia de buen crecimiento de la economía mexicana, no mostró un estancamiento propiamente dicho, pero sí registró una reducción en su crecimiento en los últimos 5 años. Junto con estos elementos, identificamos las características de una macroeconomía relativamente estable de acuerdo a sus indicadores nominales como tasas de interés y el tipo de cambio, pero no en su crecimiento económico lo cual es fundamental para lograr un mayor bienestar social.
Dichas características de la economía mexicana permiten entender mejor el estado previo a la crisis sanitaria de COVID-19 de 2020 y las consecuencias que tendrá para años posteriores. Principalmente, si prestamos atención a los grandes problemas estructurales como la informalidad laboral, desempleo, la pobreza y la desigualdad, es menester una
recuperación económica pronta. Ahí es donde aparece la importancia de estudiar los determinantes de la inversión privada de una manera más precisa, pues, es un factor fundamental para generar mayor crecimiento económico.
Planteamos un modelo VAR de tres rezagos para estudiar las relaciones entre la inversión privada con la inversión pública, el PIB, tasas de interés, tipo de cambio, salarios, un agregado monetario como variable proxy de la financiarización y una variable exógena dicotómica que capta los movimientos erráticos en el producto ante episodios de contracción. Según las pruebas realizadas al modelo, que se expresa en términos estacionarios, este cumple una especificación que garantiza estabilidad y bueno funcionamiento de los errores.
El resultado central del análisis de las FGIR y la DV es que las perturbaciones inerciales del producto y la inversión son las principales determinantes de las fluctuaciones de la inversión privada. Luego están otras fuentes que dependen de la política monetaria influida por la tasa de interés y luego el tipo de cambio, donde el control de la primera tiene mayores márgenes de acción en las fluctuaciones de corto y largo plazo. Después aparecen los salarios y la inversión pública como fuentes explicativas de la variación de la inversión privada. Al final está el papel que cumplen el ahorro y la financiarización, los cuales tienen un efecto positivo muy parecido entre sí pero manteniendo una posición explicativa al margen.
Con estos resultados, la hipótesis central es aceptada parcialmente. El estancamiento de la inversión privada se debe, ya con este análisis, a la caída de la rentabilidad global de la economía mexicana, expresada en una ralentización del crecimiento económico. El retiro de la inversión pública, la depreciación del tipo de cambio, el