Aguilar Chaparro, D. A.
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Vol. 7, núm. 20 / mayo – agosto del 2022 DOI: https://doi.org/10.36791/tcg.v8i20.161
Pp. 34-70
Concentrémonos primero en la magnitud de la crisis vista en los distintos componentes del Gráfica 2 en rela- ción a la crisis de 2008-2009 con la de 2020. Donde vemos que las caídas de la producción, el consumo y la inversión de 2020 fueron mayores a las experimentadas en la crisis de 2008-2009. En la producción la caída fue de una caída de -8.3% contra un -2% en 2008-2009. Lo mismo fue para el consumo, cayó mucho más en el 2020 (un -2.8% en el 2008-2009 frente a un -10.5%). En tanto a la inversión total, su caída en el 2020 fue mayor a la del 2008-2009, de un -18.3% frente a la de -2.6%, aunque detrás de esta caída hay una tendencia decrecien- te en la misma desde el 2015. En su componente priva- do, presentó una caída del -19.7% en 2020 frente a la de -6.5% en 2008-2009.
Ahora bien, está el caso de la inversión pública, la cual, y esto fue un rasgos característico de México, se redujo en un -8.6% en lugar de incrementar como una reacción activa frente al contexto recesivo. Las consideraciones del nuevo gobierno iniciado en el 2018 bajo la tutela de la 4T instaron más por no incurrir en un mayor endeudamiento y a una restructuración del gasto (un tanto menos para el gasto corriente y un tanto más para los sectores de urgencia).
Cabe identificar que el grado tan abrupto de las caídas en los componentes de la producción el consumo y la inversión dieron inicio a una reducción considerable en las tasas de interés, las cuales, ya veremos en la sección teórica, facilitan aparentemente estos rubros de la demanda agregada. Las tasas de interés rondaron alrededor de un 5.7% en el 2020, cuando en 2008-2009 fueron de 7.1%.
En relación al comercio exterior, el proceso de apertura comercial siguió su curso sin importar los percances de la economía mundial, sin embargo, los componentes de importación y exportación presentaron una caída igualmente mayor en el 2020 en relación a 2008-2009. En las exportaciones fue de un -7.3% frente a -5.9% y en las importaciones fue de un -14.3% frente a un -6.3%. Esto dio lugar a que la balanza comercial fuera superavitaria. Debe tomarse este dato con cuidado, ya que gran parte de la deceleración de la economía está ligada a la presentada en el sector manufacturero y a la caída de sus importaciones de bienes y servicios con el extranjero. En este caso, una balanza superavitaria muestra un crítico nivel de desempeño de la economía mexicana.
1
Las observaciones de Campos-Vásquez y Esquivel (2021) indican una contracción mucho mayor en el consumo en el segundo y tercer
trimestre de 2020, de un 23-16% respecto al uso de tarjetas de débito y crédito.
2
Lo que sorprende, es que aun con la visión del modelo de desarrollo neoliberal de balanzas fiscales equilibradas en el episodio contractivo
de 2008-2009, la inversión pública apoyó a la inversión total con un crecimiento del 10% anual.