Aguilar Chaparro, D. A.

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Vol. 7, núm. 20 / mayo agosto del 2022

DOI: https://doi.org/10.36791/tcg.v8i20.161

Pp. 34-70

Moreno-Brid , Sandoval y Valverde (2016) identifican un punto parecido. Desde un enfoque centrado en la concentración de la acumulación de capital en los sectores dinámicos (como las ramas manufactureras- exportadoras), encuentran que este hecho se expuso bajo la forma de un debilitamiento sostenido de los efectos de estos multiplicadores hacia otros sectores. Dicho estado otorgó una menor capacidad para generar mayor crecimiento del valor agregado (tanto en salarios como en ganancias), debilitando las capacidades para el crecimiento económico de la estructura productiva.

Uno de los éxitos del modelo de desarrollo neoliberal se fundamenta en la estabilidad nominal de variables precio, aunque con algunas consideraciones. Primero, tanto la inflación como la tasa de interés se mantuvieron relativamente controladas. La inflación registró un gran estabilidad situándose entre el 4-3% anual de 2010 a 2020 . La tasa de interés se conservó a la baja en los episodios contractivos y a la alza en el caso contrario (con niveles altos antes de la crisis del 2008-2009, de 10-7%, y con niveles bajos de un 5-4% anual entre 2010 y 2020). Segundo, el tipo de cambio. Según el índice del tipo de cambio real, el peso mexicano se depreció respecto a los 111 países considerados entre 2010 y

2020. El contexto fue el siguiente: medidas restrictivas de política comercial de los Estados Unidos contra las exportaciones mexicanas, las guerras comerciales, la competencia exportadora ejercida por China en los últimos años, la caída del comercio mundial, etc. Evidentemente, la mayoría de estos ascensos, descensos o estabilidad en las variables precio no son resultado completo de la política monetaria de México, pues, los factores externos han estado presentes.

La inversión pública, como parte constitutiva de la inversión total y complementaria a la inversión privada, se haya en su menor nivel en los últimos años. Esta postura la podemos concebir en la balanza fiscal (balance primario y balance operacional) en el Gráfico 1, Donde vemos que en general, el déficit fiscal se ha mantenido en niveles relativamente controlados. En 1988 el déficit público representaba el 8% del PIB y a partir de ahí se redujo sustancialmente, inclusive generando un superávit fiscal en 1991-1992, hasta acercarse a cero a lo largo de la década del 2000, siendo interrumpida por la crisis de 2008-2009. A partir de este año, el déficit público se ejerció con más intensidad pero aun considerando un nivel bajo respecto al registro histórico, tomando niveles de entre 5 y 2% del PIB.

1

Aunque un tanto superior entre el 2000-2010, con un 6-4.3%.

2

El Balance Público muestra la postura general del gasto neto total del sector público respecto a los ingresos presupuestarios. El Balance

Primario indica la postura fiscal que excluye el costo financiero de la deuda y de los pasivos del Gobierno Federal asociados a programas de apoyo a deudores y ahorradores. Muestra el esfuerzo o relajamiento fiscal en un período específico, pues se le excluye a las obligaciones del pasado. Balance operacional es el balance que excluye el componente de la inflación de la deuda interna dada en moneda nacional, permite evaluar el efecto real de las finanzas públicas sobre la demanda en la economía (SHCP, 2021).