TRASCENDER, CONTABILIDAD Y GESTIÓN

García Padrón, Y., y Acosta, D. B.

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Vol. 7, núm. 20 / mayo agosto del 2022

En referencia a la estructura económica de este sector, se aprecia que el activo no corriente es el grupo de cuentas con un peso mayor durante todo el periodo, situándose en torno al 50% durante todo el periodo, lo cual se deriva de que en el sector lácteo se requiere una elevada inversión en instalaciones, maquinaria, terrenos y ganado, dado que se estima que el animal destinado a la extracción de leche tiene una vida útil entre 5 y 6 años de acuerdo con Cartier (2004, p. 7). En cuanto al activo corriente hay que señalar que posee una importancia que, en términos medianos, oscila desde el 39,07% en 2015 a 36,95% en 2018 y que está formado mayormente por las existencias, donde se contabiliza principalmente el importe de la leche así como otros productos derivados lácteos entre los que destacan el suero de leche, leche en polvo y otros tipos de leche fermentada, y por los deudores comerciales, los cuales, según el modelo de negocio de cada empresa, podrán ser intermediarios, comerciantes o empresarios de sectores de productos de derivados lácteos. Además, gracias al uso de las ratios horizontales se observa como todas las cuentas implicadas en ambos activos han experimentado un incremento al comparar el importe de finalización del periodo de estudio con respecto al año inicial. Si se analiza la inversión a largo plazo se aprecia que dicho aumento ha sido del 7,50% debiéndose destacar el incremento producido en el inmovilizado material del 13,26% por lo que se entiende que las empresas del sector lácteo han experimentado un aumento de sus recursos de explotación incrementando, para ello, el área de producción, es decir, adquisición de terrenos para el pastoreo y estancia del animal, principalmente. Por otro lado, respecto al aumento del activo corriente se aprecia que las sinergias producidas en el activo no corriente se transmiten a las cuentas del activo orientadas al corto plazo, pues se produce un aumento del 14,03% en 2018

respecto a 2015. Dentro de dicho grupo contable destaca el crecimiento de las existencias hasta situarse en un 21,29% y el producido por las cuentas pertenecientes al efectivo, que llega a aumentar hasta un 34,18%.

En cuanto a la estructura financiera, se observa que el pasivo corriente tiene un peso cuya mediana se situa en el 23% en los tres primeros años del periodo de estudio decreciendo en 2018 casi tres puntos. Además, se debe resaltar que la financiación ajena es fundamentalmente a corto plazo, debido que, durante todo el periodo el pasivo corriente (23,79-19,99%) ha sido mayor que el pasivo no corriente (10,84-10,03%). Dentro de la financiación a corto plazo destaca la cuenta acreedores comerciales, la cual cuenta con una importancia aproximada del 13%, esto se debe a que en las explotaciones ganaderas el alimento del ganado es la partida con mayor importe entre todas aquellas contabilizadas en este subgrupo contable donde también se incluyen gastos derivados de actividades veterinarias, adquisición de medicamentos y compra de piensos complementarios para distintas épocas del año.

Tras la aplicación de los ratios horizontales se observa que al igual que en el activo las cuentas de ambos pasivos, en términos generales han aumentado su volumen durante el periodo, siendo mayor el aumento del pasivo no corriente del 11,66%, donde destaca el aumento del importe de deudores a largo plazo con una diferencia del 22,2% respecto a 2015. En el lado del pasivo corriente, este aumenta levemente 1,34% en el periodo, donde destaca la disminución del 10,07% de los deudores a corto plazo y el aumento de los acreedores comerciales en un 10,94%.

Por último, en el patrimonio neto destaca el capital y las reservas con los mayores importes situándose éstos en 14,58% y 11,58% al finalizar el periodo