Para Shane y Venkataraman (2000), la actividademprendedora es aquella que incluye el descubrimiento,evaluación y explotación de oportunidades paraintroducir nuevos productos o servicios, nuevosprocesos de producción, nuevas materias primas, nuevosmercados y nuevas fórmulas organizativas a través deesfuerzos organizativos que previamente no existían, loque puede ser realizado tanto por las empresas yaexistentes como por nuevas empresas.
Por otra parte, el espíritu emprendedor o empresariales una forma de pensar, razonar y actuar, vinculada ysuscitada por la búsqueda de una oportunidad denegocio (Urbano, Pulido y Garrido,2008).
Mientras que el emprendedor, de acuerdo con Johnson(2001), es un individuo que toma el negocio, esintuitivo, asume la responsabilidad y la propiedad parahacer que las cosas sucedan, está abierto y es capaz decrear novedad, maneja los riesgos asociados al proceso ytiene la persistencia de ver las cosas a través de algúnpunto final identificado, incluso cuando se enfrentan conobstáculos y dificultades. Bolton y Thompson (2000)argumentan que, el emprendedor es una persona quehabitualmente crea e innova para construir algo convalor reconocido en torno a las oportunidadespercibidas.
De acuerdo con Carree y Thurik (2008), elemprendimiento es un concepto mal definido ymultidimensional; las dificultades para definir y medir elalcance de las actividades empresariales complican lamedición de su impacto en el desempeño económico,por lo que es fundamental entender el papel que juega enel proceso de crecimiento, definiendo las variablesintermedias o vínculos que ayuden a explicar cómo elemprendimiento influye en el desarrollo económico.
En la búsqueda por precisar la relación delemprendimiento con el crecimiento económico,
numerosas investigaciones empíricas han argumentadola importancia del emprendimiento a nivel industria(Nickell, 1966; Geroski, 1989; Caves, 1998; Carree,2002), región (Audretsch y Fritsch, 1996; Reynolds,1999; Audretsch et al. 2006; Audretsch, 2007b;Audretsch y Keilbach, 2008), y país (Blanchflower,2000; Carree, Van Stel, Thurik y Wennekers, 2002,2007; Martínez, Colino y Gómez, 2014; Urbano yAparicio, 2016; Aparicio, Urbano y Audretsch, 2016)citados por Moreno (2017).
El emprendimiento es un importante impulsor de lacreación de empleo en las economías tanto desarrolladascomo en desarrollo (Audretsch y Fritsch, 2003; Deckeret al., 2014), ayuda a mejorar la competitividad de unasociedad gracias a las innovaciones que ayudan a crearriquezas (Spencer, et al., 2008), contribuye a laproducción y al crecimiento actuando como un conductopara los efectos del conocimiento, fomentando lacompetencia a través del aumento del número deempresas y aumentando la diversidad de actividadesempresariales (Audretsch y Keilbach, 2007).
Sin embargo, autores como Audretsch y Fritsch(2002), Van Stel, et al. (2005), Wennekers et al. (2005)y Urbano y Aparicio (2015) han argumentado que paraque el impacto del emprendimiento en el crecimientoeconómico sea indefinido, es necesario que prevalezcanciertas condiciones en la economía, tales como, capitalhumano, regímenes tributarios, niveles de desarrollo,entre otros.
Características del emprendedor
Existe un amplio consenso por diversos investigadoresdel tema donde concuerdan en que los emprendedorestienen características peculiares diferentes a otraspersonas no emprendedoras (Alcaraz, 2011), quepermiten distinguirlas y analizar el éxito alcanzado en elproceso del emprendimiento.
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Vol. 7, núm. 21 / septiembre – diciembre del 2022