González Díaz, D., Balderas Huerta, M. E., y López Gama, H.
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Vol. 8, núm. 24 / septiembre – diciembre del 2023 DOI: https://doi.org/10.36791/tcg.v8i24.222
Pp. 26-46
1998; Bontis, 1998; Bueno, 2002; Ramírez, 2007) convergen en que el capital intelectual se integra por capital humano, capital estructural y capital relacional, componentes que se han venido mencionando.
2.1.1. Capital humano
Según Mena et al. (2017), es fundamental el rol que desempeña el capital humano, sobre todo, en la búsqueda de la competitividad empresarial. Este concepto abarca un conjunto integral de elementos que incluye los conocimientos, habilidades, actitudes y competencias de los empleados. Estos elementos no solo facilitan una adaptación efectiva al entorno organizacional, sino que además les permite identificar los desafíos y las soluciones necesarias para cumplir con los objetivos y alcanzar sus metas organizacionales.
Por otro lado, Nava y Mercado (2011), dicen que el capital humano hace referencia al conocimiento valioso que poseen los individuos y los equipos de trabajo, así como a su capacidad para regenerarlo y adquirir nuevo aprendizaje en situaciones específicas.
Por su parte Larios (2009), menciona que el capital humano hace referencia al valor económico que genera el potencial y la capacidad de un individuo que forma parte de la sociedad activa en un país, el cual se adquiere a través de la experiencia o conocimiento y que se encuentra presente en los individuos de una organización. Es el conocimiento y memoria institucional sobre temas de importancia para la empresa. Este recurso incluye la experiencia colectiva, habilidades y conocimientos generales de todos de los trabajadores de la empresa.
Por lo tanto, el capital humano se concibe como elemento fundamental para examinar el capital intelectual; integra todas las capacidades individuales,
conocimientos, habilidades, destrezas, experiencias, aptitudes, actitudes y capacidades que las personas poseen, o que van desarrollando y acumulando a lo largo de toda la vida.
2.1.2. Capital Estructural
También llamado capital organizacional, se le considera la parte del capital intelectual que no está relacionada con el pensamiento consciente, Edvinsson y Sullivan (1996), atribuyen al capital estructural elementos tangibles como intangibles; respecto a los elementos intangibles, se mencionan los elementos tecnológicos de información y comunicación de la empresa, las bases de datos con información de clientes, trámites industriales y comerciales, planes estratégicos, etc., mientras que los elementos tangibles que se consideran son activos financieros, instalaciones y la gama de activos que se valoran en el balance de la empresa.
También conocido como capital organizacional, se le considera la parte del capital intelectual que no está relacionada con el pensamiento consciente.
Larios (2009) sostiene que el capital estructural de una organización se compone de aquello que la impulsa y la distingue de otras, que son los conocimientos de las personas incorporados en los procesos internos y tecnológicos, en los procedimientos y en los sistemas de trabajo que han sido desarrollados.
Por otra parte, en el contexto de las instituciones preocupadas por la educación, Bustos (2008) afirma que el capital estructural está compuesto por las rutinas, métodos y técnicas dentro de una IES, así como la infraestructura, es decir, la tecnología, trámites y las metodologías. Este componente es crucial para el