González Díaz, D., Balderas Huerta, M. E., y López
Gama, H.
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Vol. 8, núm. 24 / septiembre – diciembre del 2023 DOI: https://doi.org/10.36791/tcg.v8i24.222
Pp. 26-46
relacionarse con los demás. Es decir, los docentes consideraron que el factor humano es el intangible que genera más valor a la organización.
De acuerdo con la hipótesis planteada, se establece que efectivamente existe una relación entre las dimensiones del capital intelectual, es decir, entre el capital humano, el capital estructural y el capital relacional. A través de las pruebas estadísticas del coeficiente r de Pearson, se logró mostrar que existen diferencias estadísticamente significativas para decir que hay relación entre las variables que integran cada dimensión del capital intelectual, donde la correlación fue positiva, es decir, cuando aumenta el capital estructural y relacional aumenta el capital humano y viceversa. Se comprobó la hipótesis.
La medición del capital intelectual en las instituciones es crucial, ya que permite a las organizaciones aumentar su nivel de competitividad. Es fundamental que las organizaciones analicen cómo maximizar cada elemento intangible que añade valor y comprendan su impacto en el entorno.
Es interesante la postura de Fernández, et al. (2022), quienes lograron demostrar la asociación que existe entre los componentes del capital intelectual con el desempeño organizacional. Atribuyen que, si las micro y pequeñas empresas gestionan eficientemente sus recursos intelectuales, podrán aumentar su nivel de desempeño organizacional.
Se concuerda con la postura de Chávez y Emba (2013), la cual dice que el capital humano es un impulsor importante y clave para las organizaciones, ya que la contribución de las habilidades y los conocimientos, destrezas y experiencias que se gestionan permite alcanzar los objetivos organizacionales.
De igual manera se coincide con lo descrito por Nava y Mercado (2011), quienes también indican que el capital humano es el componente más relevante en la construcción del capital intelectual de una universidad pública mexicana.
Es importante que este tipo de estudios se realicen continuamente, es decir, por lo menos cada cuatro años, siendo este un periodo considerable, ya que las administraciones de la institución de estudio cambian en este rango de tiempo, además, muchas IES establecen los procesos de actualización dentro de sus políticas. Es importante también tomar en cuenta otros contextos a nivel regional y nacional, ya que, pueden prevalecer muchas diferencias en Instituciones públicas y privadas.
Finalmente, el análisis y la comprensión del capital intelectual es un aspecto fundamental para las instituciones, y los modelos de medición existentes han demostrado ser extremadamente útiles para evaluar y gestionar los activos intangibles, sin embargo, hay mucho por explorar. En este sentido, es preciso continuar con el estudio del capital intelectual profundizando en las nuevas tendencias y en los enfoques que van emergiendo, tales como, la visión financiera, el enfoque estratégico y el enfoque de impacto social.
Referencias
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Bernal, C. (2016). Metodología de la investigación (cuarta ed.). Pearson.
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