Olivares Gil, K. S.

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Vol. 8, núm. 24 / septiembre diciembre del 2023

habitaciones de clientes. Controlar el

material, productos de los clientes y

comunicar a sus responsables las anomalías

en las instalaciones y los objetos perdidos. Realizar la atención directa al cliente en las funciones propias de su área. Realizar las labores propias de lencería y lavandería.

También, se ha considerado de interés incluir las que ha de desempeñar el Auxiliar de pisos y limpieza (recogidas en el apartado d), ya que ayudan a una mejor comprensión de las que corresponden a un camarero/a de piso, y que son las que se exponen a continuación:

Encargarse de manera no cualificada de

las tareas auxiliares de limpieza y arreglo

de pisos y áreas públicas. Preparar, transportar y recoger los materiales y productos necesarios para la limpieza y mantenimiento de habitaciones y áreas públicas e internas. Preparar las salas para reuniones, convenciones, etcétera. Limpiar las áreas y realizar labores auxiliares.

Por otro lado, al hacer referencia a las camareras de piso, es de gran relevancia comentar los aspectos más generales de las condiciones laborales a las que se enfrentan estas trabajadoras en su puesto de trabajo, las cuales no son de lo más favorables, pudiéndoles afectar tanto física como mentalmente, además del punto de vista económico. Entre ellas se pueden destacar las siguientes:

a) Desvalorización social del trabajo que realizan

La presencia de la mujer en el sector turístico está en gran medida centrada en tareas que poseen similitud con el trabajo doméstico, y esto se aprecia con total claridad en el caso de las camareras de piso. Lo que otorga un atributo femenino a este puesto laboral, y además se

suele infravalorar el trabajo que desempeñan calificándolo de “trabajo fácil de realizar ”, estando tal calificación bastante alejada de la realidad.

Este colectivo tiene que realizar diariamente las labores de uno de los puestos con mayor carga de trabajo, tanto física como psíquica, que existe en el sector turístico, al tener que trabajar contrarreloj debido al elevado número de habitaciones diarias que han de atender, tanto de los clientes que continúan en el establecimiento como de las que quedan libres para volver a ser asignadas a nuevos huéspedes, las cuales necesitan un tratamiento de limpieza y acondicionamiento más profundo. Si las habitaciones no están en perfecto estado no pueden ser ocupadas por los clientes, y la empresa de alojamiento no puede ofrecer tal servicio.

A la vez, la realización de sus tareas les obliga a utilizar múltiples productos químicos que pueden perjudicar su salud, como provocarles irritaciones y quemaduras en la piel o daños en el aparato respiratorio por la inhalación de los gases que producen. Además, en el ejercicio de su trabajo se ven obligadas al levantamiento y movimiento de cargas pesadas, como son las camas y el mobiliario de las habitaciones, sin olvidar que han de empujar el pesado carro en el que transportan los productos de limpieza, los materiales diarios necesarios para acondicionar correctamente las habitaciones, y las respectivas recogidas de residuos de cada una de ellas.

Las camareras de piso realizan su trabajo, normalmente, cuando los clientes no están en las habitaciones porque han ido a desayunar, a la piscina …, esto hace que su trabajo tenga un fuerte componente de invisibilidad. El cliente deja la habitación sucia y sin arreglar, y al volver a ella está limpia, ordenada y perfectamente acondicionada para ser disfrutada.