Álvarez Castañón, L. C., Sarmiento Ramírez, H. J., y De la Rosa Leal, M. E.

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Vol. 9, núm. 25 / enero abril del 2024

tabla 1 muestra estas dos grandes corrientes, a la primera corriente se le ha denominado colonial o eurocéntrica, la cual se consensa ampliamente en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas (UN, 2015) y se conecta fácilmente con la concepción de desarrollo sostenible y los enfoques funcionalistas de la gestión ambiental. La segunda corriente ha sido denominada decolonial o del

sur global, y está teóricamente muy ligada la noción de desarrollo sustentable, al pensamiento crítico latinoamericano y a las epistemologías del sur; esta corriente tiene referentes clásicos como Quijano, Dussel, de Sousa Santos, Grosfoguel, Leff, Max-Neef, Mignolo, Castro-Gómez, Salazar-Bondy, Walsh, Zea, entre otros (Herrera, 2020; Sarmiento y Larrinaga, 2021).

Tabla 1

Corrientes teórico-prácticas para la sostenibilidad/sustentabilidad

Colonial o Eurocéntrica Decolonial o Epistemologías del Sur

Modelo teórico de Desarrollo Sostenible

Pensamiento crítico latinoamericano y otras corrientes

heterodoxas (teoría decolonial del poder, EDS, entre otras.)

-

Priorización en la disminución del impacto am- biental de los sectores productivos

-

Priorización de la interseccionalidad, la sustenta- bilidad de la vida y la resiliencia climática

-

Promoción de prácticas tecno-económicas

-

Exposición de los daños socioambientales de di- versos sectores productivos

-

-

Discusiones críticas: implicaciones prácticas de la sostenibilidad

-

Discusiones críticas: greenwashing o slacktivism Eje: economía ambiental | ambientalismo de

mercado

-

Eje: economía ecológica | economía social y so- lidaria | ecología política.

Acción por el clima

Tipos: adaptación y mitigación

Priorización en la promoción de comportamientos proambientales con enfoque en el bienestar holístico y el equilibrio ecosistémico

Fuente: Elaboración propia con base en la revisión de la literatura.

En este sentido, debe entenderse que la acción por el clima se enfoca en sectores públicos, sociales y productivos –desde políticas hasta programas enfocados en reducir gases de efecto invernadero – para promover la racionalidad sobre la interacción humana con el ambiente, y las prácticas ambientales se enfocan en los

procesos productivos mediante acciones cotidianas que buscan el bien económico y la disminución de la huella ecológica –sobre todo la de los sectores productivos – (Sharifi, 2021; Street et al., 2022). En la tabla 2 se muestran las características generales del perfil de las acciones climáticas y las prácticas ambientales.