Ceja Romay, S. N., Vázquez González, L. A., y Pacheco López, E.
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Vol. 9, núm. 25 / enero – abril del 2024
Ante la diversidad de definiciones de innovación, Jimeno-Espadas (2020) destaca la importancia de comprender las relaciones sociales y la influencia de la subjetividad en la generación de significados. Estos aspectos deben considerarse al realizar investigaciones de marketing, especialmente en la comprensión del mercado y en el diseño de estrategias. Por su parte Moreira et al. (2020) consideran que, los profesores puedan introducir cambios en las clases, para ello, es esencial recibir una formación docente constante y estar siempre actualizados. Los autores consideran que, con respecto a la formación docente, se percibe como una estrategia costosa y que requiere recursos económicos que a veces no están disponibles para las IES.
La innovación en el marketing educativo desempeña un papel fundamental en la educación superior, ya que permite a las instituciones adaptarse a los cambios y desafíos del entorno actual. La sociedad y el mundo están experimentando un proceso acelerado de cambios e innovaciones. Para Vázquez-Islas et al. (2021) la educación superior debe adaptarse a este nuevo paradigma para transformar sus modelos educativos y didácticos para responder a las necesidades actuales. Pues es el entorno educativo es el que ha sufrido cambios significativos, ya que ahora es imprescindible tener en cuenta la estructura intelectual y sus diferentes componentes, lo que implica considerar al docente, como el principal contribuyente con conocimiento y habilidades; que incluye prácticas, técnicas y metodologías.
De acuerdo con Deroncele-Acosta et al. (2021) la innovación educativa es un proceso dinámico que implica la interacción de diferentes niveles de la institución (individual, grupal, institucional y social), dentro de una cultura organizacional activa, creativa y
enfocada en la mejora continua. Es fundamental que la innovación sea valorada y compartida por todos, aplicándose en todos los procesos clave, estratégicos y de apoyo institucional. Para considerar lo dicho por Mendoza-Espinoza et al. (2021) se sabe que la sociedad y el mundo están experimentando un proceso acelerado de cambios e innovaciones. La educación superior debe adaptarse a este nuevo paradigma y transformar sus modelos educativos y didácticos para responder a las necesidades actuales. Es así como Vázquez-Islas et al. (2021) argumentan que la formación de los docentes es fundamental para implementar las innovaciones en el marketing educativo, por lo que es necesario capacitar a los profesores en nuevas estrategias pedagógicas y en el uso de tecnologías educativas para mejorar la calidad de la enseñanza.
Por su parte González-Ferriz (2021) argumenta que la personalización de la experiencia del estudiante se ha convertido en una tendencia importante en el marketing educativo; las instituciones educativas están utilizando datos y análisis para comprender mejor las necesidades y preferencias de los estudiantes y ofrecer experiencias educativas personalizadas; algunos de los desafíos en esta área incluyen recopilar y utilizar los datos de manera ética y respetando la privacidad de los estudiantes. Aunado a lo anterior Monroy-Ceseña (2022) expresa que los estudiantes actuales buscan una experiencia educativa personalizada y adaptada a sus necesidades e intereses; las instituciones de educación superior deben ser capaces de ofrecer programas flexibles, con enfoques pedagógicos innovadores y oportunidades de aprendizaje práctico.
Según Cerón-Islas et al. (2023) la innovación en el marketing educativo permite a las instituciones educativas prepararse para enfrentar los grandes retos del futuro de la educación, esto implica estar al tanto de