Navarro González, A., y Medina Jiménez, A.

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Vol. 9, núm. 26 / mayo agosto del 2024 DOI: https://doi.org/10.36791/tcg.v9i26.260

Pp. 100-127

5.1.1. Capital Intelectual

En la época actual hay interés en los activos intangibles que poseen las empresas, a través de la creación y fortalecimiento del CI; autores como Hussinki et al. (2017) comentan, existen empresas que no reflexionan y analizan la importancia del CI en el crecimiento de éstas; de igual manera, Jiménez et al. (2017) concuerdan, el CI no existe, ya que no hay interés en considerarlo por una parte de las instituciones, cuya atención está solamente en los capitales físicos. Por su parte, (Robbins Stephen P. & Judge Timothy A., 2013; Weihrich Heinz et al. 2017) indican, el CI varía según la cultura de la empresa, los niveles de educación y conocimiento de los empleados.

De igual forma, Suliman et al. (2021) expresan, las características de las empresas, lo complejo de los proyectos generan desatención de su entorno, incertidumbre y procesos no claros en la toma de decisiones. Además, (Kotenko et al., 2021; Wethyavivorn & Teerajetgul, 2020) subrayan, el conocimiento basado en la experiencia de los empleados hace a las entidades vulnerables.

Teóricos como (Chiavenato, 2019, 2020; Evans James R & Lindsay William M, 2015) indican, el conocimiento tácito es subjetivo y difícil de comunicar, basado en la interpretación que la persona da a la realidad, mientras que el conocimiento explícito es objetivo, descriptible, confiable pudiéndose documentar favoreciendo al CI, apoyando a la empresa alcanzar el éxito. Las organizaciones deben considerar la creación de activos intangibles los cuales provocarán la creación de conocimiento debiendo ser una habilidad duradera; donde Gómez-Bayona et al. (2020), afirman, el emprendimiento del ser humano demuestra la creencia en la búsqueda de la verdad, por lo que, el CI se

comunica con el aprendizaje.

Por su parte Tran N.P. & Vo (2020) indican, se debe tener perspectivas para el desarrollo de las empresas verificando su desempeño, con lo que se crean activos intangibles que son parte del CI; además, Kucharska (2022) denota, las asociaciones con estructuras débiles no dan importancia a los activos intangibles, los cuales miden la creación de valor y crecimiento de las compañías.

De igual forma, Kuzmin (2019) explica, el progreso de las empresas se basa en la competencia para generar conocimiento a través de su CH. Por su parte Uziene (2010) manifiesta, las empresas deben reflexionar sobre las causas – efectos que ayuden a la creación del conocimiento que dan valor al CI. Se deberían generan activos intangibles que impacten para lograr resultados en el desarrollo y creación de valor para el fortalecimiento del CI. Autores como Urban & Joubert (2017) advierten, algunas compañías no distinguen y administran correctamente los activos intangibles desfavoreciendo la creación de valor y la no creación de CI.

Sobre la participación de los empresarios, Bueno C et al. (1999) comentan, la importancia que debe tener le CI para los directivos para la creación de valor. Por su parte Monagas-Docasal, 2012 esclarecen, las empresas no pueden seguir con sus estrategias en desuso, no apoyando al crecimiento y creación de valor al no considerar su CI; igualmente Yeo (2020) por su parte afirma, los ejecutivos en su mayoría divagan respecto al CI de sus empresas. Hellriegel Don et al. (2021) expresan, medir el CI no es sencillo, debiendo entender los componentes de éste que son creadores de valor. De tal forma, Niwash et al. (2022), anotan, es primordial que las compañías examinen los factores que crean CI;