TRASCENDER, CONTABILIDAD Y GESTIÓN

Ramón Rendón Padilla

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Núm. 9 / septiembre diciembre del 2018

que el auditor, para obligarse al encargo de labores de auditoría, debe tener capacidad y competencia avalada por órganos profesionales de los gremios que los agrupan; tales características lo convierten en una persona en la que se puede depositar plena confianza. Debido a lo anterior, es que se le confieren la capacidad de ser fedatario, facultad concedida por la sociedad para que salvaguarde sus intereses y los de sus organizaciones.

(Figueroa Neri, 2007) señala que esta tarea de fiscalización no podría llevarse a cabo sin un ejercicio profesional de la misma, pues es una tarea que el poder Legislativo deposita en instancias que deberían estar sumamente capacitadas para recuperar y analizar información acerca del uso gubernamental de los recursos públicos. Sin organismos ni profesionales capacitados profundamente para esto, el poder Legislativo no tendría control ni vigilancia del Poder Ejecutivo, ni podría aplicar los procedimientos e instrumentos de control, como comparecencias, votos de censura y sanciones en caso de responsabilidades.

Gabriel Purón Cid, profesor e investigador de la Universidad Estatal de Nueva York, señala:

“El papel de los Entes de Fiscalización Superior (EFS) en América Latina ha contribuido a una mejor gestión de los recursos públicos, lo que, a su vez, está logrando el mejoramiento de la calidad de vida de las personas, mediante el incremento al acceso de bienes y servicios públicos. El trabajo de las EFS en los países de la región ha permitido un progreso técnico, no sólo de la gestión fiscal, sino de los resultados de las funciones de vigilancia en la gestión de las entidades vigiladas, para que su actividad misional sea eficaz y eficiente. ” (Cid, 2016:71)

Sin embargo, esa gestión más justa y transparente de los recursos, se ha visto impulsada no solo por reformas de índole fiscal, sino también por la

capacitación y mayor acceso a la información de los auditores. No obstante, la eficacia en la profesión auditora plantea retos, esto se advierte en los estudios de 2013, sobre los entes de fiscalización superior, realizados por el ( Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO) y el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas de la Universidad de Guadalajara (CUCEA-UdG), 2013), cuyos resultados determinaron que las leyes de fiscalización locales tienen fuertes deficiencias en puntos clave del proceso de fiscalización superior.

En la revisión que llevaron a cabo a las leyes de fiscalización superior y a los correspondientes portales de las entidades de fiscalización en el país, encontraron la obligación de establecer Sistemas de servicio civil, en este mismo estudio se da cuenta que solo en 16 de las 32 entidades de fiscalización superior tienen el servicio civil o fiscalizador de carrera.

A raíz de estos hallazgos, en estos estudios referidos se ha enfatizado la necesidad de impulsar el establecimiento de un servicio fiscalizador de carrera, sobre todo porque programas como éste son prioritarios para fomentar la profesionalización del personal de las EFSL, y consecuentemente, reducir los riesgos de interferencia política.

La sociedad del conocimiento y las buenas prácticas de profesionalización

Con base en el punto anterior, las EFS también deben ser generadoras de conocimiento, aplicar las mejores prácticas y la profesionalización de éstas. Las posibilidades que brindan hoy día las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, en una sociedad del conocimiento nos facilitan y generan expectativas de mejora en la materia de profesionalización de la tarea fiscalizadora.

La sociedad del conocimiento se caracteriza por el desarrollo y la innovación constante de tecnologías, que han aparejado cambios en los modos de acceso a