TRASCENDER, CONTABILIDAD Y GESTIÓN
Vladimir Atondo De la Vara
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Núm. 9 / septiembre – diciembre del 2018
Así mismo, en la siguiente tabla se detalla las sanciones impuestas por la Secretaría de la Contraloría General durante los dos últimos períodos de Gobierno Estatal, sumando 1,090 sanciones por 6 mil 440 millones 599 mil 300 pesos. Sin incluir 724
extrañamientos a Servidores Públicos por faltas administrativas no graves. (Ver tabla 2, Sanciones Emitidas por la Secretaría de la Contraloría General de 2009 a 2017).
Tabla 2. Sanciones emitidas por la Secretaría de la Contraloría General
Fuente: Anexo estadístico gráfico del Segundo Informe de Gobierno
El valor de la ética para generar confianza en la Administración Pública
Restaurar y generar confianza entre los ciudadanos y sus instituciones ha de ser el objetivo fundamental y básico de la ética pública y para ello tiene que ser capaz de generar hábitos, convicciones y cambio de cultura. (Ausín Díez, 2015)
De acuerdo con Boehm (2015), la confianza no puede ser impuesta, se gana. Comunicar estándares éticos no es suficiente para generar confianza, se debe observar su cumplimiento en la conducta de los funcionarios públicos. ¿Pero cómo fomentar la conducta ética? Un código de comportamiento permite clarificar al funcionario, pero también a los ciudadanos, los estándares éticos y de conducta que deben guiar sus decisiones y acciones.
Los servidores públicos realizan actividades de cooperación y representan a las instituciones para las que laboran por lo que representan una gran influencia en la percepción de los ciudadanos, tienen
que cumplir con las legislaciones existentes en su rol diario, por ello, el cambio de cultura organizacional debe ser uno de los objetivos principales de toda intervención ética dentro de la administración pública.
Confiar nos hace la vida más fácil, de manera que para fortalecer el servicio público se debe reforzar la ética de sus servidores ya que no es posible mantener una sociedad compleja sin la existencia de la confianza, son pasos difíciles que de principio parecerán imperceptibles, pero con voluntad y actitud puede lograrse para que en el largo plazo contemos con lo que actualmente se conoce como “buen gobierno ”.
La idea de buen gobierno está estrechamente unida en la actualidad a un sistema institucional que procura el pleno desarrollo de las personas y entidades, que garantiza un crecimiento económico sostenible y, en fin, que actúa en el ámbito propio de sus poderes mediante una actuaciones públicas ejemplares y en