Luis Carlos Rodríguez Montaño

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Núm. 12 / septiembre - diciembre del 2019 DOI: https://doi.org/10.36791/tcg.v11i0.69

Pp. 2-21

También, el Instituto Tecnológico de Monterrey (ITESM), a través del Centro de Análisis y Evaluación de la Política Pública (CAEP), derivado de una petición del Congreso de Nuevo León, realizó un ejercicio de análisis del desempeño legislativo en el año 2003. El documento del ITESM realiza una introspección muy completa de los actores que participan, de igual forma retoma algunas variables susceptibles de medición como la escolaridad de los diputados, faltas y asistencias, género, iniciativas presentadas, intervenciones en tribuna, leyes y decretos aprobados, comparativo de sueldos, entre otros. Hasta aquí podemos mencionar los esfuerzos que se habían hecho principalmente en el ámbito federal por tratar de implementar un sistema que permitiera evaluar el trabajo de los congresos.

Evaluación legislativa en Sonora

En el Estado de Sonora, la organización denominada Sonora Ciudadana, en el año 2006 implementó un sistema de monitoreo legislativo el cual le daba seguimiento a las iniciativas que presentaban los diputados. La metodología que se usó revisaba la tasa de logro de las iniciativas, es decir, realizaba un conteo de las iniciativas presentadas y obtenía el porcentaje de las que lograban ser aprobadas. De igual forma, llevaba un registro de la efectividad de las asistencias de los legisladores a las sesiones del pleno. Este sistema entregaba un informe anual ante la ciudadanía y se mantuvo vigente hasta el año 2010.

De manera paralela, periódicos locales como El Imparcial publicaban en su portal de internet un sistema en el cual llevaban un conteo de las iniciativas presentadas por las y los diputados. Era un sistema un tanto rústico, ya que no ofrecía gran número de estadísticas o se análisis, se ofrecía como un recurso más

bien descriptivo en ocasiones a manera de crónica de los que sucedía en las sesiones del legislativo local. Estos esfuerzos se dieron antes de la llegada en masa de las redes sociales, las cuales posteriormente ofrecían un foro abierto pero en muchos casos subjetivo de quienes publicaban algunos datos que generaba el congreso local.

Todas las evaluaciones y los ejercicios que hasta ese momento se habían hecho, se daban desde la sociedad que no pertenecían y que no estaba financiada por el sector público, y fue el mismo congreso sonorense quien le imprimió la institucionalidad que se requería para que las evaluaciones tomaran un carácter de tipo oficial con datos emanados del propio legislativo que ofrecieran con base en reglas establecidas una evaluación del desempeño con carácter más oficial.

Primera etapa de evaluación

La LVIII Legislatura 2006-2009, en el año 2007 estaba analizando y discutiendo la propuesta de Ley Orgánica del mismo congreso. Una de las decisiones de esa legislatura fue incorporar en la parte expositiva un título relativo al tema de la evaluación del desempeño legislativo. Como punto principal, el cual sustentaba la propuesta, se expuso que el congreso, a partir de la aprobación de la ley, contaría con un sistema de evaluación de su trabajo legislativo, el cual como misión principal era dar a conocer a la población el desempeño de cada legislatura , agregando que el sistema iba a contribuir en la detección de necesidades y áreas de oportunidad del legislativo, esto con el fin de propiciar su transparencia y mejora continua.

El mecanismo de evaluación seria que, a través de un comité ciudadano, el cual se integraría por al menos 5 personas de la sociedad civil que reunieran requisitos

1

Diario El Imparcial , periódico con mayor tiraje en el estado de Sonora, disponible en: https://www.elimparcial.com/sonora/

2

Artículo 172 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado de Sonora, disponible en:

http://www.congresoson.gob.mx/Transparencia/Leyes#