Hortensia Hernández Vela
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Núm. 13 / enero - abril del 2020 DOI: https://doi.org/10.36791/tcg.v13i0.77
Pp. 17-33
Componente afectivo (deseo )
Lazos emocionales de los empleados que los identifican e involucran con la organización. Los empleados con fuerte compromiso afectivo permanecerán en la organización porque ellos lo quieren (Noor, 2006) alude a la vinculación emocional con la organización, y a su identificación e implicación con la misma, refleja el apego emocional al percibir la satisfacción de necesidades —especialmente las psicológicas— y expectativas, el empleado disfruta de su permanencia en la organización y se sienten orgulloso de pertenecer a la organización. Este componente se ha identificado como un factor determinante de la dedicación y la lealtad que contribuye al desarrollo del sentido de pertenencia y a la implicación en las actividades de la institución (Rhoades, Eisenberger & Armeli, 2001, citado por Osorio, Ramos y Walteros, 2017).
Componente de continuidad, de permanencia o calculativo (necesidad)
Percepción de los empleados de los costos y beneficios de permanecer o dejar a la organización. Es el compromiso que se construye a partir de la satisfacción de las necesidades económicas, de estabilidad, de inversión de tiempo y esfuerzo. Es considerado como el resultado del análisis y la evaluación que hace el empleado de los altos costos que le generaría el hecho de salir de la organización (Arias, 2001, citado por Osorio, Ramos y Walteros, 2017) está basado en el reconocimiento de los costos asociados a dejar la organización y a la falta de alternativas de empleo disponibles. Es decir, el trabajador se siente vinculado a la institución porque ha invertido tiempo, dinero y esfuerzo y dejarla implicaría perderlo todo; así como también si percibe que sus oportunidades fuera de la empresa se ven reducidas, se incrementa su apego con la empresa. (Omar & Florencia, 2008).
Componente normativo (deber)
La obligación sentida de los empleados de permanecer en la organización. Es aquella que se encuentra la creencia en la lealtad a la organización, en un sentido moral, de alguna manera como pago, quizá por recibir ciertas prestaciones; es sentimiento de obligaciones con la organización basadas en las normas y valores personales (Noor, 2006). En este tipo de compromiso se desarrolla un fuerte sentimiento de permanecer en la institución, como efecto de experimentar una sensación de deuda hacia la organización por haberle dado una oportunidad o recompensa que fue valorada por el trabajador. Los empleados cuyo compromiso en la organización se basa en el tipo normativo permanecen en la organización simplemente porque ellos creen que deben hacerlo. (Noor, 2006), se privilegia el respeto por las normas, el proceso de interacción y de socialización que ha hecho la persona con el grupo; las retribuciones que ha obtenido, el reconocimiento que le han hecho a lo largo de su labor en la empresa, o los apoyos que le hayan otorgado (Arias, 2001; Osorio, Ramos y Walteros, 2017)
Investigaciones posteriores han señalado que estos tres componentes predicen también resultados organizacionales importantes por ejemplo, el compromiso afectivo es un buen predictor de las actitudes y comportamientos de los empleados (Meyer, Stanley, Herscovitch y Topolnytsky, 2002; Chen y Francesco, 2003). Además de que el compromiso afectivo y el compromiso normativo están relacionados positivamente, en cambio el compromiso de continuidad no se relaciona con el compromiso afectivo. (Dávila y Jimenez, 2012) Meyer y Allen también llaman la atención en el sentido de que además hay características que inciden sobre el compromiso organizacional personales: cómo la edad, el sexo el estado civil, y situacionales como: características del trabajo y/o de la organización (Meyer y Allen 1991, 1997).