Gastélum Cano, J. M.

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Año 5, núm. 14 / mayo - agosto del 2020 DOI: https://doi.org/10.36791/tcg.v0i14.82

Pp. 38-64

En cambio, la empresa se define como

“la combinación de recursos humanos, técnicos, materiales, naturales, financieros y capital, cuyo objetivo natural y principal es la prestación de servicios a la comunidad, o la obtención de ganancias, coordinada por una autoridad encargada de tomar decisiones acertadas para el logro de los objetivos preestablecidos (Romero- López, 2010:107).

Dado a que las definiciones son muy similares, para propósitos del presente trabajo, se referirá indistintamente entre el término entidad económica y empresa, ya que ésta, entra de hecho también dentro del concepto de “organización ”.

Es importante notar como en los dos casos la toma de decisiones se vuelve un factor determinante del sentido de una entidad económica, ya que mediante el correcto desempeño de éste proceso, se logrará una adecuada aplicación de recursos, de manera que logrará sobrevivir y alcanzar exitosamente el objetivo para el cual fue creada. De hecho, la característica básica que define la realización de una actividad es la exigencia de un proceso de toma de decisiones, tal como lo enuncia Blanco-Dopico (2000:1-5, citado por Romero-López, 2010:9). En definitiva, todas las actividades económicas suponen un proceso de decisión en un contexto de incertidumbre.

Debido a que las decisiones conllevan riesgos empresariales …. hacen que la información contable se convierta en un importante instrumento que informa sobre elementos o medios económicos de la empresa y sobre los acontecimientos relacionados con el desarrollo de su actividad (Romero-López, 2010:10). Por tanto, la información financiera debe ser un reflejo real, fiel, y nítido de las operaciones, transformaciones internas o eventos que afectan económicamente a la entidad emisora

de aquella y que por tanto exhiban el patrimonio, los derechos y las obligaciones de ésta tal y como son (De la Rosa 2009:31, Romero-López, 2010:108). Dicha información es el producto del proceso contable, que abarca el reconocimiento inicial, registro de las transacciones u operaciones, transformaciones y eventos llevados a cabo por las empresas; su valuación, reconocimiento posterior, presentación y revelación de la misma (Romero-López, 2010:10), ésta es la finalidad de la contabilidad financiera (Romero-López, 2010:79).

Por lo anterior, la directiva demandará toda la información que haya a la disposición para garantizar la buena marcha de la entidad, ésta necesidad de información, será sólo satisfecha a través de la percepción, identificación, desglose, clasificación, análisis, presentación e interpretación de todos los factores y acontecimientos que rodean y afectan a la empresa, tarea para la cual un sistema contable es requerido …. Sin embargo si queremos brindar información como satisfactor que sea útil a ciertas necesidades, primero debemos conocerlas (Romero- López, 2010:74).

Cabe destacar que las necesidades de las empresas cambian a través del tiempo por la coyuntura de la evolución socioeconómica, los cambios ambientales y los avances tecnológicos. Por lo que, inevitablemente la contabilidad debe entrar en el proceso epistemológico que expone Requena (1981: 23-24 citado por De la Rosa, 2009:50) en donde se identifica que se ha formado a través de un lento proceso histórico de elaboración, naciendo de la práctica, evolucionando en la medida en que se ha hecho inevitable e iniciándose en la investigación de los principios, causas y generalizaciones como una necesidad, tal como afirma De la Rosa (2009:51) lo mismo sucede con el estado del arte de la contabilidad medioambiental y sus costos, es decir, coevoluciona a la par de la coyuntura global.