TRASCENDER, CONTABILIDAD Y GESTIÓN
De la Rosa Leal, M. E., Ballesteros Grijalva, M., y Gastélum Castro, I. M.
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Año 5, núm. 14 / mayo - agosto del 2020 DOI: https://doi.org/10.36791/tcg.v0i14.83
Pp. 65-81
contables de registro, presentación y revelación con el enfoque de competitividad informativa internacional, para permitir medir y comparar la información contable con entidades similares a nivel global. El modelo que contempla a las normas, es anglosajón, con una clara orientación hacia el inversor financiero.
Las NIF buscan desarrollar y establecer mecanismos informativos que monitorean las prácticas de registro y revelación de los conceptos de los estados financieros (Martínez, Prado, & Fernández, 2012). Cuidando y evitando la manipulación de información, ante un ambiente de descreimiento sobre la contabilidad y la información financiera que genera, atendiendo su falta de transparencia informativa. Así, el uso de las Normas de Información como estructura a seguir, reúne y operacionaliza los modelos contables para recuperar la credibilidad de la información contable.
El uso de las Normas de Información Financiera (NIF), se ha generalizado a partir del impulso del Instituto Mexicano de Contadores Públicos, provocando diferencias nacionales de interpretación en su aplicación, contradiciendo su objetivo original de armonizar las prácticas nacionales de contabilización y presentación de la información financiera. Provocando adicionalmente una pérdida del conocimiento contable por su sustitución técnica de las normas.
Sin embargo, en este esfuerzo de armonización de normas contables, México se ha sumergido en una miscelánea normativa contable que cada año, propone, ausculta y emite distintas series, sin considerar la existencia del capital intelectual; la amalgama de una gestión social con la financiera; y la gestión de recursos e intangibles ambientales. Utilizando como argumento que tanto el capital humano y el impacto al medio ambiente, desde una visión funcionalista, no son propiedad ni resultado de la inversión de los accionistas
Así, en México el modelo contable se identifica con el patrón continental cuyas características son: el alto grado de especialización y sofisticación en sus conceptos; la existencia de normas contables para un usuario general; regulación del ejercicio profesional por organismos representativos; y la generación de estados contables flexibles (De la Rosa, 2000: 11-16). Sumando la participación cada vez más activa de las regulaciones tributarias en la normatividad contable.
Regresando a la revisión ontológica de la contabilidad para enfrentar el reto de revelación de la gestión de socio ambiental, el paradigma del usuario nos da la llave para transitar de un usuario limitado por el alcance de los sucesos captados a un usuario social que mide la gestión y las características de compromiso de la misma.
No perdamos, de vista que la contabilidad, es una herramienta de decisión de la gestión y gobernanza, cuya estructura depende de la capacidad informativa, experiencia y preparación del cuerpo contable de la organización que otorga un valor agregado y protagonismo en su uso efectivo. Existiendo como hecho común, que los estados contables no incluyen per se todos los eventos que la administración considera relevantes, por lo cual, son complementados o sustituidos con otros informes: de producción, de personal, de ventas, etc., que cubren los vacíos de la información, induciendo en ocasiones que los estados contables sean innecesarios o sustituibles, por su incapacidad para representar la realidad económica completa de la empresa (De la Rosa, 1989: 65-68).
En los Sistemas de Información General, a fin de reflejar la realidad de la gestión medioambiental, se han propuesto instrumentos para captar la información relativa, entre ellos los estados contables. Para lograrlo, la contabilidad, se apoya con la adopción de tecnologías informáticas y la atención de conceptos con