TRASCENDER, CONTABILIDAD Y GESTIÓN
De la Rosa Leal, M. E., Ballesteros Grijalva, M., y Gastélum Castro, I. M.
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Año 5, núm. 14 / mayo - agosto del 2020 DOI: https://doi.org/10.36791/tcg.v0i14.83
Pp. 65-81
así como promover un cambio en la posición política y de gestión directiva del medio ambiente. Una posible ventaja en esta apropiación del medio ambiente y el compromiso social de las organizaciones, es la institucionalización legal desde los años 70, a través de normas, convenios y tratados comerciales de competitividad internacional en una propuesta de ganar- ganar, con beneficio común.
La opacidad informativa de los conceptos ambientales sigue manteniendo la visión tradicional de maximizar los beneficios para los accionistas (Friedman, 1962 citado por Banerjee, 2002), en razón de que son socios legítimos de la empresa, estándo un tanto obscura la aplicación del concepto de otras partes interesadas para evaluar el desempeño social de las corporaciones, prevaleciendo la teoría de la firma. La cual identifica el alcance de la participación de las decisiones de la empresa a partir de la coordinación de sus recursos, su participación en el mercado y su resultado en costos de transacción (Tarzijan, 2008), en una entidad corporativa.
Bebbington y Gray (1993 citados por Banerjee, 2002), sostienen que es importante distinguir los intereses de las partes interesadas y las cuestiones sociales, de manera que una empresa debe ser evaluada por su comportamiento económico y su desempeño social. A la vez Clarkson (1995 citado por Banerjee, 2002) argumenta que el enfoque de información debe ser hacia las partes interesadas. Lo cual lleva a la importancia de aclarar el enfoque de partes interesadas ( Wood, 1991 citado por Banerjee, 2002).
Las partes interesadas de la teoría de los stakeholders involucran el papel social del negocio, en donde, los interesados además de los inversionistas, consideran al público interior y exterior, los cuales son los trabajadores directos, indirectos, autoridades, proveedores, acreedores, competencia y comunidad aledaña o de impacto en el ciclo del producto. De
manera que el control o disminución de efectos negativos por producción y/o operación son de interés de todos.
Las cuestiones ambientales, inician con el proceso de instalación y crecen en el proceso activo de fabricación o servicios, en cada paso se genera algún tipo de impacto o riesgo que pueden ser disminuidos o aumentados por el comportamiento de los tomadores de decisión y la conceptualización de las situaciones socio ambientales. La esencia ecologística depende del momento en que estos asuntos se instrumentan en la planeación o reingeniería del proceso.
Por su parte, las teorías de contabilidad de gestión y la contabilidad social, se centran en un sistema al servicio de usuarios internos de la organización, cuyo propósito es utilizar los informes contables para la toma de decisiones, a la vez de permitir medir la eficiencia de las acciones y decisiones tomadas por los administradores en sus actos de gestión, es de hecho una contabilidad directiva. Mientras la contabilidad social supone dos sentidos: la presentación de costos y beneficios del impacto del comportamiento social y la generación de un informe social (Gray, Owen, 1996 citados por Llena, Moneva y Hernández 2007). Dando entre ambas un sentido social a la gestión que se enfrenta cotidianamente a lo lógica económica del mejor negocio con el mayor rendimiento.
La teoría normativa contable, en nuestro país la pronuncia el Instituto Mexicano de Contadores Públicos, en su calidad de organismo nacional de agrupación profesional contable, como una serie de instrucciones para orientar a los contadores públicos en el registro de los hechos económicos de las entidades y evitar que la información final al usuario pierda su utilidad y confiabilidad (Instituto Mexicano de Contadores Públicos , 2019: 11-13). En el mismo sentido a nivel internacional el Comité de Estándares Contables