Zavala Sañudo, C. G., y Huerta Salomón, M.
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Año 5, núm. 15 / septiembre - diciembre del 2020
DOI: https://doi.org/10.36791/tcg.v0i15.88
Pp. 46-65
de estudiante con respecto a la Institución educativa, el mundo del trabajo, su familia, la sociedad y el entorno, por otro lado ese dinamismo permite que el objetivo de los educandos deje de ser el aprobar materias para obtener un grado y en cambio reflexione con el hecho de que su objetivo está encaminado a adquirir conocimientos, habilidades, destrezas, aptitudes y demás elementos y características que le permitan desempeñar una actividad productiva adecuadamente.
Una reinterpretación a lo expresado por Balza Laya y Pérez de Balza (2006), el aprendizaje siempre está en movimiento lo mismo, cuando se refieren al concepto cosmovisión infieren a la forma particular de ver y concebir a la sabiduría del hombre, a la sociedad y al mundo mismo y la forma en que tomamos conciencia de ello; nos queda claro que el mundo está en constante movimiento, cambiando día tras día sobre todo en la sociedad actual a veces llamada sociedad del conocimiento otras veces de la era digital; El aprendizaje es de igual manera cambiante y debe adaptarse; es decir observar la realidad desde un determinado punto, para explorar ese movimiento y dinamismo.
Nosotros consideramos que además la educación debe y está obligada a ser holística; es otra de las premisas que sustenta la necesidad de transitar de la educación tradicional a la educación dual; el estudiante y los docentes deben de encontrar en el aprendizaje significativo una conexión con su entorno, con las demás personas, y encontrar vínculos en las diferentes áreas del saber y no ver o estudiar en forma aislada un contenido, tema, asignatura o ciencia. Ser aptos y proactivos en la toma decisiones, solución de problemas y generación del conocimiento.
La educación dual como ya hemos visto tiene la particularidad de que cuenta con 2 momentos o etapas, por un lado lo que representar la parte teórica es decir el conocimiento que se adquiere en el aula, y por otro lado la gesta de conocimiento en el plano de la práctica, tanto en entornos controlados y/o simulados como en entornos de realidad, lo que convierte a la educación en una educación dinámica, pero además en una educación proactiva como lo vemos en el siguiente puntos de este conteo de beneficios.
10. Proactividad Docente. En particular el tema de la proactividad docente requiere entre tanto que los actores capten el sentido de la educación dual, opere y evalué cada uno de esos los momentos tanto en teoría como en la práctica y que permita a los estudiantes la dinámica del mercado del trabajo y las exigencias de desempeño competitivo, por lo que una educación del tipo proactiva implica el aprendizaje continuo donde los educadores enseñen de modo activo, con objetivos claros y que supere problemas, contrario a lo tradicional que se venía siendo con la educación reactiva, la cual es pasiva y no coadyuva a que el estudiante sea incapaz de adaptarse al sector laboral, tener docentes proactivos y una educación en este sentido se dota al alumno de la capacidad de acción, resolución y problemas, que le permitan caminar hacia el éxito sostenido. Sin duda la proactividad debe ir acompañada de reflexión y de creatividad para con ello se genere conciencia crítica que debiera ser el camino que se debe buscar en la educación. Es por ello que la educación dual apuesta por docentes proactivos, que se anticipen a las situaciones y que utilice nuevas estrategias y que genere en los estudiantes oportunidades y