TRASCENDER, CONTABILIDAD Y GESTIÓN
Domínguez Díaz, A. M.
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Año 5, núm. 15 / septiembre - diciembre del 2020
sostenibilidad, entre otras, no es muy destacable (pp. 35- 36). Además, todas han recibido multas medioambientales (pp. 35-36).
En cuanto al tercero, incluyen las empresas de la muestra que destacan por su alta implicación en materia social y ambiental. Todas ellas a lo largo del periodo estudiado han publicado informe de sostenibilidad elaborado de acuerdo al GRI, están adheridas al Pacto Mundial, han realizado gastos en filantropía, poseen la ISO 14001 y la OHSAS 18001, han sido las que han recibido más premios medioambientales y tienen código ético en el que han incluido los ítems de compromiso con la sociedad y con el medio ambiente (Domínguez Díaz, 2018: 36). También, ha de señalarse que la mayoría de las empresas de este bloque han realizados inversiones ambientales, gastos ambientales y pertenecen a dos índices de sostenibilidad, siendo solo el 33% de las firmas las que cuentan con fundaciones sociales (pp. 36-37). Añadir a lo anterior que todas estas empresas han sido multadas por no cumplir la normativa medio ambiental (pp. 36-37).
Los resultados obtenidos en este estudio ponen de manifiesto que las empresas constructoras cotizadas en la Bolsa española en el mercado continuo en el periodo analizado no tienen la misma implicación en política de responsabilidad social corporativa, y que la mayoría de ellas han recibido sanciones medioambientales.
Este autor en su trabajo afirma que “dado el impacto medioambiental de este sector sería deseable que todas las empresas del mismo tuviesen una política de RSC alta o activa y libre de multas medioambientales ” (Domínguez Díaz, 2018: 38).
Situación distinta a la mostrada en los estudios anteriormente citados, es la que se observa en el trabajo realizado por Botero Botero (2009), que se centra en la RSC de las empresas de la construcción en Colombia, sector que es considerado de vital importancia para el desarrollo económico y social del país y donde esta
preocupación se puede calificar de incipiente (p. 105). No existiendo una noción elaborada y unánime de lo que es la responsabilidad social en esta industria, pues lo que entiende el empresario por RSC es diverso e incluye “el apoyo monetario de la empresa a ciertos programas adelantados por fundaciones de carácter filantrópico y asistencialista, el cumplimiento mínimo de la ley vigente en materia de seguridad social, la capacitación de los empleados y obreros ” (p. 120). Concretamente, el asistencialismo, las acciones filantrópicas y el cumplimiento de la legislación laboral son considerados por las empresas del sector en Colombia como las acciones más importantes de RSC que implementan (p. 120). Además, el empresario reconoce que los esfuerzos en el establecimiento de acciones en materia social y ambiental realmente persiguen resultados económicos más que resultados sociales (p. 120).
Especial atención merece el estudio realizado por Zhang et al. (2019: 563), pues señalan que la implementación de la responsabilidad social corporativa por parte de las empresas constructoras se ve afectada por una serie de factores impulsores y motivacionales, así como por un conjunto de barreras.
Entre los primeros destacan (p. 569): a) la presión política (regulaciones y requerimientos, por ejemplo), especialmente importante en los países en desarrollo; b) la presión del mercado; y, c) la innovación y desarrollo tecnológico.
En relación a las motivaciones para implementar este tipo de prácticas mencionan las siguientes (p. 573): a) el aumento de los beneficios financieros a través de la reducción de costes operativos y el aumento de los ingresos, de la facturación y la rentabilidad de los accionistas; b) la mejora de la marca, reputación e imagen de la empresa; c) la consecución de una mejora para los recursos humanos de la empresa; d) la disponibilidad de capacidad y recursos en la empresa; e) una dirección estratégica de los negocios; f) la