TRASCENDER, CONTABILIDAD Y GESTIÓN
Domínguez Díaz, A. M.
75
Año 5, núm. 15 / septiembre - diciembre del 2020
general y de naturaleza positiva y no verificable, siendo muy pocas las que divulgan información ambiental cuantitativa de tipo monetaria o no monetaria.
Los resultados de este estudio sugieren claramente que estas empresas no cumplen con los requisitos de responsabilidad ambiental, ya que sus prácticas de divulgación parecen ser selectivas, tienen un sesgo hacia las relaciones públicas y son incompletas, respondiendo más a prácticas de legitimación que de responsabilidad (Ahmad y Mohamad, 2014: 248). Así, al analizar la información que publican se observa que predomina la referida acerca de la visión y estrategia de la compañía en materia medioambiental debido a que lo que mayoritariamente divulgan son declaraciones muy generales sobre la visión de la compañía, y sin embargo se da a conocer muy poca información sobre indicadores de gestión ambiental y gastos ambientales de la empresa (pp. 247-248).
Por todo ello, los citados autores señalan que para garantizar la rendición de cuentas por parte de las empresas, los reguladores deberían introducir pautas a seguir al elaborar los informes medioambientales, especificando el contenido y formato de lo que ha de ser divulgado o dado a conocer (Ahmad y Mohamad, 2014: 240). También señalan que, dicho sector juega un papel muy importante en el desarrollo de la infraestructura social y económica del país (p. 243).
En este aspecto es relevante también el estudio realizado por Siew et al. (2013: 19), sobre empresas australianas, en el que se afirma que divulgan poca información relativa a la RSC por lo que se observa una discrepancia entre compromiso y realidad. A este respecto, señalan expresamente estos autores que las compañías que conforman su muestra presentan bajos niveles de divulgación en materia de responsabilidad social corporativa y no logran satisfacer el nivel de demanda de transparencia establecida por los inversores institucionales (p. 21).
La obtención de una ventaja competitiva en base al compromiso de la empresa con la sostenibilidad es un aspecto que se ha de tener en cuenta, pues autores como Lichtenstein et al. (2013: 347) que analizaron las empresas constructoras de Ghana, identificaron que las firmas que están comprometidas con el concepto de responsabilidad social corporativa tienen una ventaja competitiva dentro de su sector. En la misma línea se pronuncia Zahidy et al. (2019: 16), quienes trabajando con una muestra de compañías de este sector en Malasia, afirman que la práctica ha demostrado que la RSC puede ser una fuente de ventaja competitiva para las empresas de esta industria si se implementa correctamente.
Los investigadores también han prestado atención a la posible relación entre la política seguida por la empresa en materia social y ambiental y distintos aspectos económico-financieros de la misma. Así, en el trabajo anteriormente citado de Siew et al. (2013: 6), se analiza si el hecho de que las empresas constructoras lleven a cabo prácticas de responsabilidad social (y divulguen informes de tipo no financiero), influye en su gestión y en su nivel de desempeño financiero.
Las conclusiones obtenidas indican que las firmas que publican memorias de RSC tienen mejores desempeños financieros en varios ratios como en el relativo al rendimiento de las acciones en el mercado bursátil respecto a las que no divulgan tal información, pero que no hay una relación positiva fuerte entre la realización de prácticas en esta materia por parte de la empresa y el desempeño financiero obtenido (Siew et al. , 2013: 21).
En cambio, Lichtenstein et al. (2013: 346), en su trabajo anteriormente citado, encuentran una relación positiva y significativa estadísticamente entre el volumen de negocios anual de la empresa y su compromiso en materia de RSC, pues las empresas más rentables son más capaces de responder a sus compromisos en este tipo de política que las empresas que no son rentables. No obstante, también obtienen