Domínguez Díaz, A. M.
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Año 5, núm. 15 / septiembre - diciembre del 2020
DOI: https://doi.org/10.36791/tcg.v0i15.89
Pp. 66-78
del uso de energía y recursos, la producción de materiales de desecho, la contaminación, la explotación de canteras, la extracción de arena y grava, y el impacto asociado en el paisaje, así como la creación de nuevos edificios y caminos (Jones et al. , 2006: 138).
Todo ello da lugar a que sea un sector que no tiene “buena imagen ”, todo lo contrario tiene una “pobre imagen ”. La implementación de prácticas de RSC por parte de las empresas de la construcción añadiría credibilidad y mejoraría su mala reputación entre el público (Barthope, 2010: 5).
Barroso Tanoira (2007: 65) señala que el concepto de responsabilidad social corporativa es totalmente aplicable a las empresas constructoras:
De tal manera que contribuyan realmente al mejoramiento de la sociedad a través de obras de calidad, mejores relaciones con clientes así como con proveedores y gobierno, motivando un trato justo y digno a su personal y cuidando el medio ambiente.
Añade, el citado autor, que la RSC (p. 71):
Debe estar en el corazón de las empresas constructoras y ser parte de su filosofía de acción diaria, sin importar su tamaño o volumen de obra. Las que sean socialmente responsables, además de realizar obras de calidad, tendrán trabajadores más satisfechos y leales; más clientes las buscarán y recomendarán a otros potenciales; los proveedores tendrán más confianza en ellas y les ofrecerán mejores condiciones de negocio.
Dado su gran impacto en el medio ambiente y en la comunidad en general es de esperar que el sector de la construcción se enfrente a un escrutinio significativo por parte de los grupos de interés o stakeholders , lo que llevaría teóricamente a las empresas de esta industria a un mayor compromiso con los informes de sostenibilidad (Siew et al. , 2013: 8-9). De hecho, Zhao et al. (2012: 277) afirman que las empresas
constructoras suelen publicar memorias de RSC como una forma de mantener una imagen corporativa positiva, al mismo tiempo que consideran la responsabilidad social corporativa como un medio tanto para mejorar su imagen como para obtener una ventaja competitiva (p. 278).
Se pasa a continuación a comentar los principales hallazgos de las investigaciones más relevantes que han analizado el comportamiento de las empresas constructoras en materia de responsabilidad social corporativa.
Jones et al. (2006: 134) analizan la RSC de las compañías de construcción líderes en el Reino Unido a través de sus informes de sostenibilidad y la información publicada en la página web oficial de las mismas. Las empresas más grandes dentro de la industria reconocen cada vez más los impactos que tienen en el medio ambiente, en la sociedad y en la economía, de ahí que haya ido en incremento su interés en comunicar su compromiso con la RSC a sus accionistas, a sus clientes y empleados, al gobierno y al público en general (p. 134). En el Reino Unido, este sector hace una importante contribución a la economía, al tejido social del país y a la creación de nuevos entornos (p. 134).
Las conclusiones del estudio de Jones et al. (2006: 148) indican que, en las empresas constructoras de su muestra, la extensión y naturaleza de los informes de RSC, así como los temas tratados en los mismos varían considerablemente de una compañía a otra. Así, se observa que se recoge en los informes de sostenibilidad un explícito y sostenido enfoque sobre medio ambiente, así como que la preocupación por la salud y la seguridad y los recursos humanos es común en la mayoría de las empresas, pero las cuestiones vinculadas a la gestión de la cadena de suministros, a los clientes y a las comunidades en las que opera la empresa generalmente reciben un tratamiento más selectivo y limitado, y aún más limitada es la atención que se le concede al gobierno corporativo y a la conducta ética de sus