Figueroa González, L. F.
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Año 6, núm. 16 / enero - abril del 2021
Los habitantes de las comunidades
La participación de los habitantes de una comunidad en el desarrollo de proyectos turísticos es de gran relevancia para que se pueda elevar la calidad de vida de una comunidad, al tener acceso a los beneficios que se derivan del TR en lo económico principalmente, social, cultural y natural. Es por ello que se debe considerar la inclusión de las personas del lugar del destino, ya que además de ser un derecho que se tiene al participar en la planeación, representa una oportunidad de desarrollo personal y familiar (Prabhakaran y Ramachandran, 2014).
Sin embargo el nivel de participación de las personas de una comunidad rural en el desarrollo del turismo es en un nivel muy bajo, en virtud de que generalmente esta actividad es realizada por persona u organizaciones especificas quienes están organizados de tal manera que manejan y coordinan las actividades así como los beneficios que el TR aporta a una comunidad, razón por la cual a muchos de sus habitantes no les interesa participar por sentirse excluidos por parte de estos grupos además de que no cuentas con los recursos esenciales para detonar proyectos turísticos en sus comunidades. (Forstner, 2004).
En México el gobierno promueve el turismo comunitario como una forma de involucrar a la población local de las comunidades en la gestión turística. Esta nueva forma de trabajo es considerada como una estrategia para desarrollar el bienestar de una población a través de una justa repartición de los
beneficios económicos, la valoración de los recursos naturales y la identidad cultural (Rodríguez y Acevedo, 2015).
La educación y/o preparación de los habitantes de una comunidad para realizar actividades relacionadas con el turismo juegan un papel muy importante, y de acuerdo con Díaz y Fernández (1995), es reducido el número de habitantes de una comunidad que pueden ser involucrados en los proyectos turísticos, si se toma en cuenta que la mayoría no cuenta con una preparación para involucrarse en este tipo de actividades, quedando únicamente la opción de trabajar en las empresas proveedoras de los servicios turísticos las cuales solo pueden contratar un número muy reducido de personas, por lo que el resto de una comunidad solo pueden participar fabricando y comercializando en forma personalizada productos típicos, haciéndolo de una manera informal de acuerdo a lo que su instinto le marca como es la amabilidad, el convencimiento entre otras formas. La efectividad de la comercialización de sus productos podría ser más positiva si se pudiera complementar su trabajo con una educación más formal que sumado a la experiencia le da en el trabajo diario de la venta, podría elevar su participación en el turismo rural.
En la tabla 2 se pueden apreciar habilidades informales que se desarrollan en el trabajo diario de venta, y los conocimientos formales que se pueden adquirir para mejorar el desempeño como microempresarios en el turismo rural.