Navarrete Báez, F. E., y Labelle, F.
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Vol. 8, núm. 22 / enero – abril del 2023 DOI: https://doi.org/10.36791/tcg.v8i22.194
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entre sí, de compartir ideas comunes para el fortalecimiento de las mismas y sus negocios comunes.
Este denominado capital relacional, a través de la comunicación corporativa, lo cual es fundamental para la generación de conocimiento y habilidades empresariales, propiciando así prácticas de comportamiento socialmente responsable, que incluye temas medioambientales, sociales y de certificaciones similares (Tejedo, 2013, p. 195). De ahí el impacto de que las empresas, principalmente las PYME no se aíslen en su “burbuja ”, sino que interaccionen con otras, especialmente las de su giro, para adquirir ese valor agregado que proporcionan los stakeholders externos, y ser parte de la cadena de valor.
Actualidad de la PYME en México y en Jalisco Actualmente existen en México un poco más de cuatro
millones de PYME. Debido a la pandemia por COVID- 19, y a un rezago tecnológico inminente y aunado una economía de consumo incierta, el impacto ha sido que desafortunadamente más de un millón de PYME han cerrado, que representan un 20% del total de las PYME en el país. Por otra parte, alrededor de 600 mil se han creado en este mismo periodo de tiempo (INEGI, 2020; El Financiero, 2020).
Para el Estado de Jalisco la situación de las PYME es muy parecida que a nivel nacional. En base al IIEG (2021) actualmente hay 288,290 PYME. Pero por la pandemia desaparecieron un poco más de 58 mil empresas, el equivalente al 19% del total. Pero a su vez, se crearon 34 mil más. Impactando especialmente al sector de servicios no financieros. En donde principalmente aspectos de tecnología influyeron en las muertes de las PYME de la región.
La misma pandemia hizo que se pusieran al descubierto algunos rezagos que las empresas tenían y que ocasionó muchos de sus cierres. Podemos
mencionar como tales, a la transformación digital, y la creación de un ambiente de investigación y desarrollo innovación (R&D+i) que son vitales para su subsistencia, ya que es indispensable crear un ambiente de innovación total, además de incluir prácticas referentes a sustentabilidad, de otra forma, intensifican su rezago ya sea en sus productos, procesos y mecanismos de mercado (Benavides y Bolaños, 2020, p. 229). Y como consecuencia, se les impide ser parte de una cadena global de valor que les permite un crecimiento y una sustentabilidad a largo plazo. Esto lo podemos verificar aquí en México, ya que de acuerdo al ENAPROCE (2018), sólo el 4.6% de las PYME están integradas a una cadena global de valor, lo que lo hace, como mencionamos anteriormente, altamente vulnerable a cualquier variación del mercado y su economía, tanto local como regional.
Hipótesis del trabajo
En base a los objetivos de esta investigación y a la revisión de la literatura desarrollada se plantean las siguientes hipótesis a demostrar:
H1: Las empresas PYME que ponen un fuerte énfasis a la investigación, desarrollo y en la innovación (I&D+i) implementan un sistema de gestión energética sustentable en su organización.
H2: Las empresas PYME que han sido miembros de alguna asociación, red o grupo común implementan un sistema de gestión energética sustentable en su organización.
H3: Las empresas cuyos directivos o dueños tienen una educación de nivel superior implementan un sistema de gestión energética sustentable en su organización.