Navarro González, A., y Medina Jiménez, A.

111

Vol. 9, núm. 26 / mayo agosto del 2024

global, ni de la influencia, en algunos casos, que tienen de manera individual o recíproca y de cómo contribuyen sobre los resultados obtenidos por las organizaciones.

Los investigadores comentan que las empresas necesitan tener una visión sistémica respecto al desarrollo, crecimiento y buen desempeño de éstas, ya que, por lo general no es contemplado por los directivos de las empresas, ya que siguen considerando al CH como un activo físico y no como parte de los activos intangibles, siendo la base en las aportaciones que hacen para la creación de conocimientos; por lo que, es necesario que su CH tenga una visión respecto al desarrollo, crecimiento, creación de conocimiento y desempeño de las organizaciones. Lo anterior conlleva a decir que las corporaciones deben tener una estructura organizacional de acuerdo con su CH, indicando que por sí solo no apoya en su totalidad a la generación del conocimiento, por no tener apoyo del CE y CR, evitando que se obtengan buenos desempeños, aunque el CH es considerado como el eje rector del proceso.

En la mayoría de las organizaciones, el conocimiento se basa en la experiencia del CH, sin considerar las cualidades, aptitudes, capacidades, compromiso, nivel de conocimiento que éste posea para la realización de los procesos requeridos a pesar de contar TI, provocando en las empresas, la falta de estrategias adecuadas, con estructuras organizacionales no apropiadas, con tomas de decisiones incorrectas, por lo que, no generan desarrollo, crecimiento y creación de valor, teniendo malas relaciones internas - externas y principalmente no contar con activos intangibles que fortalezcan a su CI, debido a que, la instituciones no cuenta con un CE y CR que apoyen al CH como pivote en el proceso para la generación de conocimiento, activos intangibles para la empresa.

Los investigadores anotan que las empresas deben considerar simultáneamente la creación del CE y CR,

donde el primero, se encargan del resguardo y transferencia del conocimiento y el segundo en las relaciones internas – externas apoyándose en el CH; además, el conocimiento al ser generado es propiedad de los empleados y pasa también a ser propiedad de las organizaciones, ya sea que, los trabajadores permanezcan o se retiren de la organización. La transferencia del conocimiento como las relaciones internas- externas se logran a través de las redes y TI, registrándose como por patentes, normas, registros, etc.; el intercambio de conocimiento internamente apoya a la creación de valor y activos intangibles.

El intercambio del conocimiento internamente como externamente, los nexos externos de las compañías con el sector donde se desenvuelven se realizan a través del CR; jugando un papel importante en el desempeño, creación de capitales intangibles y de valores, apoyando las estrategias, lo cual ayudará a las empresas a tener dinamismo en el mercado donde se desenvuelven.

En los artículos referentes al CI y CH se describe la correlación existente entre éstos, donde el CH es considerado como el eje generador de conocimiento, basándose en la experiencia del CH para crear conocimiento propio y de la empresa. Existe una relación entre el CH y CE que genera cambio en las relaciones internas de las entidades, por lo que, los empresarios deberían fortalecer el CH con el apoyo del CE para lograr la creación de valor, activos intangibles y fortalecer al CI.

Los autores indican la existencia de vínculos entre el CE y CR, respecto a la operatividad, manejo, aplicación del conocimiento y fortalecimiento del CI de las empresas, siendo factor que apoya al desempeño, desarrollo, relaciones internas - externas de éstas; igualmente los investigadores hacen menciones de forma breve entre las conexiones existentes entre el CE y CR con el CI y CH.