Navarro González, A., y Medina Jiménez, A.
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Vol. 9, núm. 26 / mayo – agosto del 2024 DOI: https://doi.org/10.36791/tcg.v9i26.260
Pp. 100-127
resultados obtenidos del análisis de la literatura, donde se observaros los porcentajes, las diferencias en puntos porcentuales de cómo han sido estudiados dichos capitales por los autores.
Los estudios arrojan como se ha mencionado, las empresas al apoyarse en el CI provocarán un impacto positivo en éstas, arrojando como resultado la aportación de beneficios obtenidos en la producción del conocimiento, el buen desempeño, crecimiento, creación de valor y de activos intangibles para las organizaciones, aunque los autores indiquen que una buena parte de las compañías no les interesa generar la simbiosis entre el CI y sus componentes. Los investigadores deberán estar interesados en conocer porque no existe ese interés por las compañías en la vinculación dichos capitales, por lo que, enfocan sus estudios en el CI y CH en mayor grado en proporción al CE y CR donde los porcentajes son bajos respecto a los dos primeros capitales.
Se observa que los mayores porcentajes se ubican en el CI y CH teniendo una diferencia no mayor de 9 trabajos correspondientes a 10 puntos porcentuales, siendo el CI ente rector en el proceso de la generación del conocimiento para obtener un buen desempeño de las empresas, lo anterior establece que a pesar de la poca diferencia entre el CI y CH no significa que este último a pesar de poseer y generar el nuevo conocimiento está por encima del CI o que éste sea su subalterno.
Como se sabe, el CH está constituido por el personal que es un ente tangible siendo importante, en el proceso de la generación del conocimiento, lo cual, lo ubica como el pivote o eje activo en la posesión, vinculación, ejecución, unificación y creación del conocimiento, basándose en la experiencia y en la cognición de los empleados como de la empresa; también se observa, que las organizaciones al tener un mal desempeño por parte del CH influyen en una mala conexión entre éste y el
resto de los capitales, afectando a los activos intangibles que posee o que busca crear la organización, perjudicando el almacenamiento y la transmisión de conocimiento por parte del CE, provocando deficientes relaciones internas - externas por parte del CR.
Ahora bien, el CE es un componente estático-dinámico (generador de sinergias) dentro del proceso de formación, resguardo y transmisión del conocimiento tácito como explícito, a través de los medios o redes y con el apoyo de las TI, donde el CE lo resguardará en forma de patentes, registros, normas, etc. También se define la responsabilidad que tiene el CR en la parte dinámica de la empresa apoyando la movilidad, conexión y relación que tienen los empleados internamente como externamente a la institución, siendo responsable de la parte operativa en las organizaciones.
Por otro lado, el CH se apoya en la obtención de conocimiento nuevo con las relaciones que tiene con el CE y CR, independientemente de las diferencias de 10 y 16 puntos porcentuales existentes respecto al CH, lo cual, se podría entender ya de que el CH tiene más atracción para ser estudiado por su importancia en la generación del conocimiento, además, el CE y CR, a pasar de sus porcentajes bajos, mantienen y ofrecen alternativas (donde su función es más operativa), sin las cuales, la simbiosis entre los capitales no se daría, provocando fracasos y extinción de organizaciones, donde el CE y CR no podrían evolucionar sin el CH.
Referente a la relación baja porcentual que guardan el CR y el CE, ésta no se debe interpretar como no trascendentes en el fortalecimiento y de creación del conocimiento, ya que, el CE y CR aportan las herramientas para el planteamiento de estrategias, generando experiencias, las cuales, están relacionadas con la aportación que hacen las relaciones internas existentes, para la generación de nuevos ciclos en la